EL MUNDO VENIDERO
Daniel Solomons, acaba de inaugurar este mes de Julio una magnífica exposición sobre un viaje personal a través de la identidad judía. Las técnicas que utiliza en sus anteriores obras este artista licenciado en Artes Gráficas en el East London Advanced Technology College son variadas, pero siempre minimalistas, abstractas, desprovistas de lo superfluo para acercarse a lo esencial.
El artista exploraba en sus trabajos previos el material y el color, siempre algo alejado de lo personal e íntimo. Sin embargo, en esta exposición Olam Haba, mundo venidero en hebreo, entra en el territorio de la memoria, de la búsqueda, y continúa la muestra inaugurada en la Galería Yusto‐Giner con motivo del día de la memoria el pasado enero con una serie de fotografías de su trayecto. Como lo definió su galería: “A través de un recorrido social y arquitectónico desde una mirada en ocasiones autobiográfica, el proyecto se define como un proceso de investigación sobre las corrientes, intensidades, formas y signos de la identidad cultural judía. Una experimentación plástica articulada en diversas expresiones visuales (fotografía, dibujo y escultura), que le permiten al artista a centrar su propio viaje sin dejar fuera el resto de la historia. “ El desencadénate de la exposición es la ausencia, la pérdida de un tío materno a quien el autor admira.
El final lo marca una nueva pérdida, su abuela. El recorrido personal encuentra en personajes singulares de la familia una historia conmovedora. Una prima que fue primo aparece en su trasformación dejando la huella de sus decisiones. La investigación le lleva a fotografiar calles y locales judíos, y a realizar dos documentales centrados en dos personas que dejaron sus grupos religiosos judíos ortodoxos en los cuales no podían mantener su propia identidad, homosexual en un caso y libertad como mujer en el otro. Pero no hay voluntad de romper ni enjuiciar. Se cuenta con respeto, manteniendo una ética judía en todo el recorrido,simplemente de testimoniar y mostrar.
La síntesis de su trayecto se convierte en varias líneas rojas ligeras que flotan en el espacio. Son la representación de sus trazos sobre el recorrido que fue haciendo y que se expresan como obra de arte. Una magnífica conclusión que señalan a Daniel Solomons como un artista responsable con propuestas de indagación de amplia seriedad artística.
Esther Bendahan
Escritora y Directora de Cultura Centro Sefarad‐Israel, Madrid